Los acontecimientos sociales y judiciales de los últimos 24 meses sugieren que muy a pesar de la enorme presión publica, la nación continua moviendose es sentido inverso a lo esperado.

Las medidas fuerte y necesarias para tomar el control positivo de la crisis, no se han producido.

Esta indecisión del gobierno Dominicano a reforzado la falsa idea que el país no funciona, a creado un vacío, una situación de tal debilidad que el país ha dejado de garantizar el control del territorio nacional y el de la soberanía.  

Ante esa realidad, la imagen de un gobierno popular pero ambivalente se ha desmoronado, tan peligrosamente para el resto de nosotros como sociedad, que la percepción de estar ante un gobierno menos tolerante de la corrupción, se ha diluido.

 Lucimos flojos, complacientes y pusilánimes. 

Que nos resta ahora? La administración luce incapaz de frenar la ineficiencia y separar la politiquería de la justicia mientras, tampoco, luce en condiciones de garantizar el control del territorio nacional.

El numero de ciudadanos y ciudadanas independiente que inicialmente le otorgamos un voto de confianza a la nueva administración, nos hemos evaporado. 

La población pensante y votantes continua incrementándose; mientras la confianza en la democracia –– como sistema de gobierno, se reduce.

Que nos resta hacer ahora Sr. Gobierno? Que queda cuando la tolerancia y la apatía están tocando los limites?

Queremos justicia y la queremos ahora.

Si alguna parte del párrafo anterior no se entiende, permítanos evitarle el esfuerzo mentar: Queremos justicia ahora o sale del gobierno.

No es una metáfora y no es el grito febril de acomodados, es (sea que usted lo crea o no) una invitación a la acción correctiva del Sr. Gobierno, como imprescindible señal para garantía la paz.

9 de abril de 2015

Somos Patria

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