La iglesia católica ha perdido cierta hegemonía en la vida pública centroamericana, pero lejos de encaminarnos a un estado laico, nos acerca a otra conquista confesional, la evangélica o pentecostal. 

La reconquista religiosa del ámbito público en Centroamérica pone en discusión aspectos elementales de convivencia. Los últimos años, la política se ha inundado del elemento moral en su propaganda, y dentro de lo moral reina lo religioso. Los presidentes centroamericanos establecen alianzas con líderes religiosos y expresan su confesión de manera pública. Cuando los funcionarios expresan su confesión públicamente la convierten en asunto de Estado, como el presidente de Guatemala Otto Pérez al inaugurar una iglesia pentecostal, pues no se presenta como ciudadano creyente, sino como representante de Guatemala y los guatemaltecos, como se puede leer en este discurso. Seguir leyendo