Una curiosa costumbre Dominicana -que se suele notar al poco tiempo de tratarnos- es la de guardar silencio ante lo bien hecho. 

Es tan arraigado este asunto que los dominicanos no tenemos un 'patrón' para celebrar o conmemorar los triunfos. Un pueblo hambriento de triunfos y momentos de gloria, necesita de visionarios que con su actitud resistan la tentaciones del camino fácil, de hacer ciertas cosas por que 'todo el mundo" las hace. 

Pero no basta con resistir la tentación, no basta con ser bueno y no tiene porque que salir perfecto para ser excelente.

Hace 25 años, decidimos que sacar a la luz lo mal hecho era sólo un parte. La parte fundamental es no dejar que el triunfo ajeno pase desapercibido.  El denegar el talento de los demás y el manchar la integridad de una persona por la espalda, no le agregaran una onza al talento de quien no tiene talento.

Asi que gracias Pedro por mostrar-nos que es posible. Gracias por inspirarnos a persistir en una visión más que una meta y en el valor de 'cojer lucha", apartarse para hacerlo, bien y del otro modo