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Resistencia negra en San Pedro de Macorís - Por Angela Peña

Miramar y Moño Corto- San Pedro de Macoris

*Esta reproducion tiene solo 4 parrafos de un extenso articulo de Angela Peña. para el Hoy

 

Mientras, las voces de los acosados y perseguidos, principalmente inmigrantes ingleses (cocolos), eran acalladas con irrupciones, asaltos, cárcel, atropello a los símbolos patrios enarbolados en los desfiles de los manifestantes, intimidaciones, bofetadas, despidos, arrestos, condenas, multas, deportación, humillaciones, muerte…

Los cocolos residentes en la República Dominicana canalizaron sus enérgicas luchas integrados a la Asociación Universal para el Mejoramiento del Negro y Liga de Comunidades Africanas, fundada por el jamaiquino Marcus Garvey. Aunque tuvo sus orígenes en Kingston, Jamaica, en 1914, fue en el barrio de Harlem, Nueva York, donde germinó el movimiento, pero el llamado Garveyismo “trascendió las barreras políticas, culturales y lingüísticas de la cuenca del Caribe al encontrar un terreno fértil en las comunidades de inmigrantes caribeños angloparlantes”.

El desarrollo de estos gestos de valentía y rebeldía casi desconocidos, que tuvieron lugar en el Este del país entre 1916 y 1930, lo narran Humberto García Muñiz y Jorge L. Giovannetti en un profundo, minucioso y completo trabajo de investigación que ya circula en Puerto Rico: Garveyismo y Racismo en el Caribe: El caso de la población Cocola en la República Dominicana, que contiene, además, amplias informaciones sobre las manos de obra puertorriqueña y haitiana y otros detalles de la cultura de estos grupos étnicos.

La Iglesia Episcopal Metodista Africana fue tal vez la institución más relacionada con el movimiento anti racista. Wilfred E. Rowland, tornero ingles del ingenio Porvenir, contó de las reuniones con James Alexander Francis, en el templo, gracias a las diligencias de los pastores Phillip Van Putten, Bejamín Jeffers y Charles Henry. “El pastor Joseph MacKay rehusó presidir la reunión. Entonces se nombró a Charles Martín para dicha tarea. Luego de la lectura de la constitución de la UNIA-ACL, los presentes acordaron crear un capítulo de ella y se eligió a los siguientes: Van Putten, presidente; Theodore Norman, primer vicepresidente; A.G. Potter, tesorero; David Hennessey, secretario general y W. J. Butler asistente del secretario”.

“De esta forma, añaden los investigadores, uno de los primeros capítulos de la UNIA-ACL en el Caribe se estableció en San Pedro de Macorís” el siete de diciembre de 1919. Alrededor de trescientas personas se reunieron en la iglesia.

Las fuerzas militares de intervención emprendieron un férreo ataque contra los asociados y sus seguidores, lo que fue denunciado de forma patética por Phillip Van Putten, en la Primera Convención Internacional de los Pueblos Negros del Mundo, celebrada en Nueva York, en 1920, que reunió mil delegados de veinticinco países en el Madison Square Garden, durante el mes de agosto.

“NADA PARA EL NEGRO”

Dijo Van Putten que los blancos y americanos conspiraban para detener una mayor inmigración de negros a la República, en donde las condiciones, según él, eran terribles, y en la que los de color se estaban uniendo “por su propia salvación”.

“Millones de dólares son producidos para la gente blanca, pero nada para el Negro. Todo es controlado por extranjeros. Los trabajadores reciben sólo un dólar por día. En la parte norte, los Negros que emigraron allí desde América hace 75 años producen guineos y cocos en abundancia, pero no tienen medios para su transportación”, denunció Van Putten quien a su regreso al país fue asediado. Debió abandonar el territorio debido a la persecución “de unos hombres blancos” en su contra, entre ellos el reverendo Archibald Beer, de la Iglesia Episcopal, pastores de otras iglesias y un abogado.

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Editor: George Richardson